Primero que nada, te damos seis recomendaciones que pueden ser el punto de partida:
Lee mucho.
Observa lo que pasa a tu alrededor.
Escribe frecuentemente.
Sal y explora la vida.
Experimenta: no temas romper reglas.
Conecta: busca hacer comunidad.
Al leer, aprendes sobre estructura, personajes y estilo.
Al observar, encuentras inspiración en las experiencias cotidianas.
Al escribir, practicas para mejorar tus habilidades. Ten paciencia.
Al salir, enriqueces tus historias con lo que ocurre en otros lugares.
Al experimentar, puedes ir desarrollando tu voz única.
Al conectar, una comunidad de más jóvenes escritores puede ser una gran aliada.
Piensa en ejercicios diarios que pueden apoyarte en la mejora de tu escritura:
1. Crea historias a partir de imágenes. Este ejercicio potencia la descripción y la narración.
2. Reescribe pasajes. Toma un fragmento de un libro que te guste y reescríbelo en un
estilo diferente o con otro punto de vista. Esto te ayudará a entender diversas técnicas.
3. Escribe un diario. Esto ayuda a desarrollar fluidez y voz personal.
4. Escribe historias familiares. Observa a tu familia y a tus amistades. Desarrolla historias a
partir de personas existentes que puedes volver personajes.
5. Practica la microficción. Ponte el reto de contar historias en menos de 100 palabras.
Aprenderás a ser conciso y directo.
Si llevas a cabo este tipo de ejercicios de manera constante podrás mejorar significativamente
tus habilidades de escritura. Te deseamos mucho éxito en la tarea.